sábado, 23 de abril de 2011

Terrible Jaime

Terrible infancia
Digo “La Terrible Infancia” no porque así haya sido para mí, sino en todo caso para la gente que me rodeaba, principalmente mis padres. Ahora lo pienso, quizás soy bipolar (hago la reflexión en voz alta y escucho desde la cocina a mi mujer decir: nunca estás feliz, sólo eres neurótico), bah, no soy bipolar sino neurótico. Cuatro años y me voy de la casa, enojado y molesto, bajo del cuarto piso donde vivíamos y me instalo en la tienda de la chata, diez minutos después mi intento de motín termina y regreso al departamento. Me encantan las mujeres con medias y altos tacones (desde entonces y hasta ahora) y no puedo evitar abrazarme a sus piernas frente a la pena de mis padres. Recuerdos de tardes en Sanborns de Puebla comprando comics americanos y ediciones españolas de bruguera de los clásicos (Dickens, el adorado Dickens) y obviamente cenando un club sándwich. No siempre fue tan terrible como en esta foto, pero esta fue “La Terrible Infancia”.

Jaime Loredo

No hay comentarios:

Publicar un comentario