domingo, 17 de abril de 2011

Viry

De niña me gustaba desenrollar y enrollar las cintas de cine de mi papá, ordenar sus casets y pegar cinta másquin en las páginas de sus libros. Dibujaba corazones y caritas sonrientes en los expedientes de mi mamá, derretía las velas de sus santos para hacer figuritas o dejar que la cera se me secara en las yemas de los dedos.

Me confundían los términos "inflación" y "lavado de dinero". Las palabras "magistrado", "expediente" y "misa", me traían a la mente a mi mamá. "La máquina (de escribir)", "hule espuma" y "escenografía" a mi papá.

Con mi hermana jugaba a la ópera y a la obra de teatro (cagadísimo), con mis primos jugaba a salvar a Jesús (más cagado), siempre nos dieron una educación católica hasta la insania, jaja. Recuerdo una ocasión en que me dieron un pelotazo en la cara, me puse furiosa con mi ángel de la guarda.

Disfrutaba hacer fiestas en donde los invitados imaginarios se tomaban mis menjurjes de champú con cajeta y constantemente fantaseaba con intervenir en capítulos de Ernesto el vampiro, Dragon Ball y Ranma 1/2. Nunca me gustó jugar con muñecas ni peluches, sólo adoraba a El osito (se llamaba Borín).

Hasta la fecha, la única película que me ha dado miedo, es "Chuky". Pensaba que el maldito podía estar bajo mi cama, por eso siempre daba brincos larguísimos para ir al baño de noche.

En cuanto a mis habilidades pseudoartísticas, destacan mis vestidos de coctel hechos con los manteles del comedor, mi dibujo de Salinas de Gortari en la cárcel (se lo di a mis tíos para que dejaran de fregar con el tema del "orejón ese feo"), y el relato oral desde mi cuna grabado en video de "una mariposa que estaba comiéndose su chocomilk".

***

Ahora mis cuentos pretenden contar historias sombrías con un lenguaje medio rebuscado... las cintas de cine ya están llenas de polvo en un cuarto de la casa. Los casets y muchos libros pasaron a mi reinado y tengo que batallar descifrando las letras que se llevó el másquin. Mi mamá cambió los expedientes por recetarios de cocina (que sigo rayando por maldosa) y hay una invasión de santitos con cirios pascuales que prefiero evitar. Mi hermana ya tiene a su anhelado pepón de verdad y no hemos dejado de hacer teatritos. Borín está guardado y mis invitados reales se toman con gusto brebajes más nocivos que los de mis antiguas fiestas.

Ahora me conformaría con ver a mis primos aunque ya no seamos unidos, aunque nos hayamos vuelto tan distintos y crean que soy rara... Ja, tal vez no recuerdan que fueron soldados romanos con metralletas.

Viry

1 comentario:

  1. Vaya!!! que fregona manera de pintar una etapa con resolucion y gracia,practicamente te imagine,jajaja, sin duda buena narrativa.

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