viernes, 30 de abril de 2010

Jeanne

Mi madre dice


que cuando conocí el mar

vio mi alma

desasirse en olas



En lento fluir

se fue la mirada

sobre la impenetrable piel del agua



En la playa se quedó mi cuerpo

y en la profundidad mis palabras.


(Publicado en el grupo Jeanne Karen y la luna en un tatuaje)

Héctor

Mi paseo en la calle de Hidalgo, con mi padre, a la edad de siete años. Era alumno del Colegio Motolinia, en el jardin del barrio de San Miguelito.

Más fotos de amigos

Estas fotos son de amigos y conocidos que las han puesto en sus perfiles de Facebook (de donde las hurté). El propósito de este blog es compartir recuerdos, pero qué mejor que se haga en cada casa electrónica, en cada dirección virtual. Gracias.

Ellos son Pilar Campuzano, Luis Vedovatti, Irma Carrillo, Guillermo Luévano, Karla Blanco, Soror Jvana, Andy Robledo, Mario Cortés, Queletzú Navarro, Ramón Ramírez y Rossy Lerma.

Nos vemos luego, a la hora del recreo.



Galaxia Terpsícore


Día Internacional de la Danza en San Luis Potosí.
Más imágenes en el Flickr de Itzcuincalli.

martes, 27 de abril de 2010

Amigos y familia




Fotos hurtadas de sus perfiles de Facebook: Gaby Nájera, Brenda Pereda, Elvia Luna, Liz Villeda, Norberto de la Torre, Regina Swain, Srita. K Imaginaria, Francisco Bribiesca, Yadira Martínez, Alejandro Guajardo y Karla Téllez.

sábado, 24 de abril de 2010

Agustín

Recientemente un chamán me hizo una retrospección, llegando hasta la edad de 7 años; me preguntó que si había sido infeliz durante mi niñez y le contesté que no, que fui bien feliz y él me insistió que no, que en realidad yo había sido un niño triste y le aclaré que no, que estaba totalmente equivocado. Total, que allí se acabó la retrospección, porque él insistía en una cosa y yo en otra.


Bien, la primer imagen que aún recuerdo de mi niñez  es cuando mis papás me sacaban a pasear en compañía de mis otros dos hermanos menores al kiosko del jardín de Santiago y allí un fotógrafo plasmó la imagen y seguramente a la semana la llevó a vender y desde entonces siempre la he visto y recuerdo la ternura con la cual nos cuidaban nuestros padres.

Como ya había escrito antes, mi infancia fue hasta cierto punto mágica, pues mi "abuela", que no era mi abuela sino madrina de bautizo de mi papá, hacía curaciones. Tenía su cuarto de curar y aún hoy día llevo en mi nariz el olor del pirúl, ruda y romero, principalmente, con las cuales hacía prodigios retirando toda clase de espíritus chocarreros... 

Ella, como ya estaba entrada en años, pedía que cualquiera de mis hermanos o yo le fueramos a poner, al caer la noche, una veladora al cuarto de las vírgenes, contiguo al cuarto de curación. Como premio, al que fuera a poner la luz le daba veinte centavos y en 1962 eso era mucho. Mis otros dos hermanos iban sin miedo pero yo era el más miedoso de los tres. Al entrar al cuarto sentía las malas vibras que habían quedado de las personas que habían curado durante el día y alcanzaba a vislumbrar en un rincón el bonche de yerbas apiladas en desorden y un cúmulo de sombras que danzaban amenazadoras y se me dejaban venir, por lo cual, de hecho, aventaba la veladora y salía despavorido. 

Aún hoy me sueño temblando en esos trances mas sorío feliz de aquellos días en que no había televisión sino radio, y recuerdo los cuentos y leyendas que nos contaba Pocha, como cariñosamente llamabamos a la madrina de papá. Creo que eso despertó en mí la avidez por narrar primeramente sucesos del barrio y después pasajes de mi propia vida como catarsis. 

Definitivamente la infancia es algo que va a desembocar en lo que uno va a ser de grande pero extraño mucho a aquel niño bello que algún día fui y que lo perdí cuando fui creciendo y comenzaron a salirme vellos en las palmas de mis manos.

viernes, 23 de abril de 2010

El rey y el libro



"¿Cómo te encuentras?", preguntó el rey al libro.
"Eso te estoy preguntando yo a ti todo el tiempo", dijo el libro.


[De El rey y el mar, con textos de Heinz Janish e ilustraciones de Wolf Erlbruch.]

Feliz Sant Jordi :-)
[Y si todavía no lo tienen claro, pasen por aquí a inspirarse...]



(todo lo anterior visto en Librosfera)

jueves, 22 de abril de 2010

Silvio II





Silvio: Willie, ¿qué va a pasar si hay un terremoto en mi colegio?
Willie: Nada malo, le haces caso a la miss en todo lo que te diga y cuando termine, después de 5 minutos me vas a ver a mí, o a tu mami, o a la Babita, o a la Abi en la puerta del colegio para recogerte.
Silvio: Pero Willie, ¿ustedes cómo van a saber que ha habido un terremoto en mi colegio?



Tomado de El blog de Silvio.

viernes, 16 de abril de 2010

Huini

Alguna vez me llamaron niña, niña pequeña. Huini en zapoteco significa eso, pequeña, y tal vez es la razón de esta vocación por el juego que no se termina; este cambiar y maravillarse del mundo; este no comprender y sospechar que, en el fondo, nada tiene sentido fijo. La primera letra que escribí fue una e, toda temblorosa ante la mirada vigilante de mi padre. Pronto amé los libros y las cosas nuevas, poco a poco me fue creciendo el cuerpo y abriéndoseme el mundo, hasta que llegué a ser una adulta descreída, con dolores provocados por la falta de malicia y la voracidad, y la secreta convicción de que es imposible dejar de ser niño sin morir en el intento. Perdí el camino y lo volví a hallar; tal vez sólo descubrí que cualquier figura que trazamos con los pasos lo es.

No me quejo. Ser niña encubierta con identificación, auto y un par de ideas sobre los rincones coloridos del mundo, es la mejor manera de extender la infancia. He vivido los besos fortuitos, las miradas de interpretación múltiple y las quimeras evanescentes del ideal. También he sentido el amor que pasa pero nunca se va, y los castillos de ideas y sentimientos que se pueden construir con los otros. Me sigo tendiendo al sol y buscando amigos, para conocer el mundo en otros ojos, para caminar sin destino. Mientras tenga espejos para reflejar mi sonrisa, no dejaré de ser esa pequeña. No dejaré de existir.

(Furtiva)

sábado, 10 de abril de 2010

Gaby: mi papá

Tomado de Te dije wey.
En la foto, el papá de Gaby con el hijo de ella, Aleks,
en su más reciente visita al parque, cuando lo llevó en caballito.

* * *

Mi papá me enseñó todo lo importante que uno tiene que saber de la vida: jugar a las canicas, al trompo, andar en bici, patinar, a pelear y a comer sabritas.


Mi papá me contó como diez mil historias de fantasmas, muchas de las cuales seguramente podría utilizar para la materia de Tradición oral o como se llame…

Mi papá me platicó cómo era la ciudad antes de que yo estuviera y siempre inventó detalles que la hacían lucir más atractiva de lo que en realidad era.

Mi papá me aseguró que un alto porcentaje de la población femenina era bruja y hasta me quiso enseñar a detectarlas.

Mi papá me llevó en bici a la escuela cada mañana (a veces también me dejaba caer y me inventaba historias de mi transplante de pierna)

Mi papá me dibujó a los personajes de la revolución para que los paseara por la escuela, me ayudó a hacer mis células en plastilina y a aprenderme las efemérides para los lunes de honores a la bandera.

Mi papá me hizo silloncitos con latas de atún, juguetes con madera, vestuarios para festivales con retazos de tela…

Mi papá me cuidó antes de que pudiera decirle papá, me abrazó el millón de veces que necesité abrazos, me ayudó siempre que pudo y cuando no pudo siempre lo intentó.

Seguramente lo seguirá intentando, aunque creo que ya me toca a mi ayudarle.

Hace unos meses no me hubiera imaginado verlo así… ojalá de verdad existiera el transplante de pierna que una vez me inventó.

viernes, 9 de abril de 2010

Los niños y el teatro (en San Luis Potosí)

Por Antonio Trejo (Markosblues), dramaturgo y periodista independiente
(tomado de su blog Red Cultura San Luis)
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Es el mes de abril y por consecuencia aprendida, relacionamos este periodo con el festejo tradicional de homenaje a los niños. El 30 de abril celebramos en muchas partes del mundo el día del niño, día de fiesta, regalos y sobre todo reconocimiento a quienes en su sano desarrollo son la alegría de la casa o la familia.

El mundo del niño visto a través de la óptica de los adultos parece ahora mucho más lejano de su palpable realidad. Esto no significa una mala intención del adulto, diríamos más bien una mala percepción de la actualidad y la forma en que el niño se desenvuelve en el mundo automatizado de ahora. Bajo esta premisa, y con un mundo cambiante día a día, seguimos sin embargo aferrándonos a viejos principios y conductas ya caducas en su mayoría.

En el arte, a pesar de promover una actitud de apertura y diálogo con las nuevas generaciones, aún subsisten ideas y actitudes que van en contra del sano desarrollo de los niños. Igualmente, muchos programas educativos y programas de atención a este sector de la población se han visto rebasados no sólo por la inoperancia de su metodología sino por la inoperancia de sus maestros e instructores, que acostumbrados a planear estrategias y planes de trabajo desde la comodidad de un escritorio, dejan pasar de largo la práctica directa con los niños.

El teatro, nuestro gran aliado, ha sufrido a lo largo de su desarrollo, no sólo en México sino en todo Latinoamérica, un atraso ancestral que raya en la ignorancia y la complicidad. En nuestro país la excepción hace la regla, pues solo algunos profesionales del arte han evolucionado sus tendencias para acercar la expresión artística de calidad al sector infantil.

La gran mayoría de grupos y compañías siguen produciendo espectáculos cuyo objetivo principal es el beneficio económico, y esto no tendría nada de malo de no ser porque un gran porcentaje de estos espectáculos de corte infantil se apoyan en viejas historias ya muy rebasadas por la imaginación, y poco creíbles para los niños de ahora. Espectáculos infantiles con alusiones a los héroes y villanos de la pantalla, recreaciones muy “ñoñas” de aventuras espaciales, y toda una parafernalia obras de teatro que apelan más al recurso facilón y los sentimientos de falsa ternura… ejemplos, todos los cuentos teatralizados de Pinocho, Harry el mago, El patito feo, Power Rangers, Bambi, Jonás y la ballena… espectáculos de botargas de Barny, Bob Esponja, Naruto, Lazzy Town, Pokemon, y toda una serie de personajes de la televisión que poco o nada tienen que ver con la realidad de los niños.

Y pese a este panorama tan desolador para el teatro infantil o teatro para niños, sabemos que existen profesionales del arte escénico cuyas propuestas artísticas van más allá de la simple representación y no se contentan con solo mostrar una parte de la realidad contemporánea, sí no que apuestan a crear en el niño espectador, una cualidad sensible que los haga entender desde su propia concepción del mundo, un panorama que le permita al niño desarrollarse sensible y emotivamente de una manera acorde a su propia visión…es decir, permitir al niño el disfrutar de un espectáculo escénico que le muestre no solo lo divertido que puede ser el teatro, sí no que también le enseñe y motive valores a desarrollar en su práctica cotidiana junto con sus compañero de clase, sus amigos, maestros o familiares.

En este contexto me vienen a la memoria los nombres de algunos de estos grupos, actores y directores que a lo largo de mis años de práctica tuve el gusto de conocer, convivir, aprender y disfrutar junto con ellos de buenos momento en la práctica del teatro para niños. Sin duda la mejor recomendación de quien esto escribe serían, en orden cronológico, los siguientes grupos y directores.

El grupo La Carrilla, AC, con quienes tuve el gusto de trabajar, llevaron a escena algunos espectáculos de corte infantil, siempre comprometidos con la calidad del discurso escénico y el contenido de su mensajes, eso sí, con muchos menos recursos técnicos y económicos, pero siempre dejando una grata impresión en cualquier teatro, foro o plaza al aire libre en que se presentaban.

El Grupo 55, de Larry Silverman, es otro referente del teatro para niños en la escena nacional, a la par de sus talleres pedagógicos y asesoría a los grupos nacionales.

Maribel Carrasco, y su dramaturgia contemporánea internacional y sensible, que recrea los mejor del mundo onírico infantil y los hallazgos afortunados de situaciones muy propias de los niños de hoy en día. Anexamos una pequeña entrevista con esta gran mujer del teatro en México.

Mención aparte merece el grupo “Cuentamundos” y la organización de sus dos festivales nacionales de teatro para niños y sus múltiples presentaciones de narrativa oral.

Y, más reciente en el ámbito local, el proyecto de “El Regreso de los cuentos vivientes” bajo la dirección de Tadzio Newman y Eloísa Zapata, con quienes tuve el gusto de platicar.

La nota no estaría completa si omitimos el trabajo que poco a poco va consolidando la Compañía Estatal de Teatro Infantil “Gampagalúz” que dirige la maestra Amparo Alvarado, y que tan buen papel ha realizado en las muestras nacionales de teatro infantil, bajo la coordinación del programa “Alas y Raíces a los niños” los auspicios del CONACULTA, y la Secretaría de Cultura local.

Hasta aquí un breve resumen del quehacer teatral para niños, sus propuestas y algunos de sus resultados.