

Este es el rostro de la inocencia, de una indefensa niña cuya única debilidad es ser ocurrente, creativa...
Toda su vida ha estado soñando como limas frescas y feliz como un domingo cielo, porque todo lo que ha necesitado son un par de alas para volar.
Yo me pregunto: ¿habrá cambiado sus esperanzas por temores? ¿o sus sueños por planes...?
Algún día lo sabremos...
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